Recomendaciones de qué hacer cuando mi hijo quiere comer sólo lo que hay en mi plato

Te tomas tu tiempo de organizar perfectamente en el plato los alimentos que ofreces a tu hijo, pero sólo quiere comer lo que hay en el tuyo.

La alimentación es un momento de aprendizaje y confianza por los mismos alimentos o preparaciones que ofreces. Entender que siempre será un proceso dinámico, cambiante e individual, seguro te ayudará a asegurar que el ritual de comer sea positivo, tranquilo y alegre.

¿Por qué mi hijo prefiere lo que hay en mi plato?

La respuesta es simple, se llama confianza. Tu hijo sabe que si tu lo estás comiendo es por que es seguro y ciertamente tendrá además todas las características sensoriales positivas para disfrutarlo. Es perfecto para llamar su atención.

¿Qué debemos hacer entonces?

La alimentación complementaria es un proceso donde además de introducir nuevos alimentos, texturas, sabores, colores y temperaturas, también es el tiempo en el que tu hijo se incluirá en la alimentación familiar, es decir, que al cumplir el año el plato de tu hijo sea igual a tu plato.

En este momento, seguramente tendrás que variar algunas presentaciones o cortes para facilitar su consumo seguro, pero el alimento y preparación en esta etapa debería ser igual para toda la familia.

Sin embargo, sabemos que cuando llega el año llegan también cambios en el comportamiento alimentario, y seguramente el más marcado será el rechazo momentáneo y repentino a ciertos alimentos.

Cuando esto ocurre, es muy común que papá, mamá o cuidador se preocupen por la disminución en el apetito y por su bajo consumo de alimentos, entonces deciden ofrecer lo que el niño “quiere” comer para asegurar que coma algo.

No olvides que en este momento llega la inapetencia fisiológica, atribuida a la disminución en la velocidad de crecimiento y por ende sus necesidades de energía y nutrientes serán menores (Para el niño sano).

Cuando ofrecemos únicamente lo que el niño quiere comer, las opciones se empiezan a agotar hasta quedar en ceros cuando pensamos.

¿ahora que le ofrezco si todo lo rechaza?

Por eso te damos las siguientes recomendaciones:

1. Cuando se esté acercando el primer año de tu hijo, su plato debe contener los mismos alimentos que el de los adultos.
2. Deriva sólo las presentaciones o cortes de los alimentos que lo requieran: Las carnes son las más comunes.
3. Cuando llegue el año y todos los cambios de comportamientos, no olvides la rutina o ritual al momento de comer ni la variedad de alimentos que siempre debemos ofrecer.
4. Está bien que tu hijo no quiera comer alguno de los alimentos que ofreces, en este caso te recomendamos ofrecer otras opciones del mismo grupo bajo tus límites, pero que el pueda elegir cual prefiere. Y ojalá siempre dentro del menú diario familiar.
5. Si tu hijo prefiere lo que hay en tu plato, pueden compartir algunos de ellos, con la tranquilidad que todas las preparaciones son las mismas. Cuando tu hijo vea que tu también comes del plato de el, seguramente estará más tranquilo la próxima vez que le ofrezcas nuevos alimentos.

Disfruta siempre del momento de alimentación, y ten presente que cada día será un proceso educativo y de enseñanzas que llevarán a tu hijo a instaurar y afianzar unos hábitos saludables.