¿Cómo manejar la impaciencia de mi hijo cuando está esperando su comida?

Preparar los alimentos puede convertirse en una tarea “maratónica” hablando del tiempo y de la posible impaciencia de tu hijo.

Lograr ofrecer los alimentos en un ambiente de tranquilidad y calma puede a veces convertirse en una tarea difícil que se complica por un ataque de impaciencia que no tolera una espera a la hora de recibir su alimentación.

Es importante que sepas que, al momento de ofrecer los alimentos, estamos enseñando una serie de rutinas, hábitos y comportamientos que influirán positiva o negativamente en el hábito de consumo de tu hijo.

Todas las actividades que hagamos previamente al servir un plato de comida tienen un impacto en el comportamiento de tu hijo, que puede favorecer o afectar su interés por los alimentos que ofrezcas.

Entonces, ¿Qué puedo hacer para lograr preservar la tranquilidad y calma de mi hijo mientras preparo los alimentos y sirvo su plato?

1– La impaciencia en los niños es un comportamiento natural, y más cuando viene acompañado de su sensación de hambre. Está aprendiendo de ti al descubrir el mundo y a manejar sus emociones y sensaciones.

2– Una práctica recomendada consiste en conversar con tu hijo y anticiparle que el momento de comer se aproxima y que pronto cambiará de actividad para que sea recibida de manera positiva. Es la forma en que tu hijo entiende la dimensión del tiempo.

3– Invítalo a la cocina, involúcralo activamente, hazlo participe del momento, que perciba que es un lugar amable para el, que le permita con nuestro acompañamiento descubrir la transformación de los alimentos.

4– Mientras se preparan los alimentos las actividades sensoriales pueden favorecer el interés por los mismos a la hora de sentarse a la mesa y consumirlos.

Probar, oler, tocar y descubrir de qué manera podrían quedar “mejor” los alimentos, es una tarea que puedes hacer junto a tu hijo.

5– Inclúyelo en la transformación de los alimentos, cuéntale el paso a paso de la preparación. Entregarle tareas aptas para su edad, puede acortar su tiempo de espera mientras se sirven los alimentos.

Algunas de las tareas que puedes pedirle pueden ser: Cortar con la mano las hojas de la ensalada, formar el sándwich con los ingredientes ya listos, batir alguna mezcla.

6– La experiencia de consumir alimentos involucra también el ritual de la mesa.

Participar a tu hijo en el alistamiento de la mesa mientras se preparan los alimentos, es forma de invitarlo a un momento que debe ser siempre agradable y positivo. Estas son tareas que pueden ayudar a entretener a tu hijo mientras se ofrecen los alimentos.

La alimentación es un proceso dinámico y emocional, es toda una experiencia que debemos valorar en su integridad, con comportamientos y actitudes que por insignificantes que parezcan, siempre influirán directa o indirectamente en el interés de tu hijo por los alimentos.

Siempre ten presente que tu hijo aprende a comer a través de la imitación, el juego y la experiencia.

Enseñarle a disfrutar el alimento desde su proceso de elección, transformación, preparación y consumo, será la clave para desarrollar unos hábitos saludables y una alimentación feliz.