¿Qué pasa con los jugos naturales?

  • 19 abril, 2020
¿Qué pasa con los jugos naturales?
Batidos
Que pasa con los jugos

Los jugos naturales son una preparación y acompañamiento a las comidas muy tradicional de nuestra cultura.

Una preparación marcada como “saludable” para “consumir la fruta” de manera “natural” dicen todavía las abuelas orgullosas cuando nos visitan en consulta. Y sabemos que modificar este pensamiento no es tarea fácil, cuando la respuesta se resume en un consumo habitual y frecuente de variedad de jugos, sin ninguna aparente consecuencia.

Pero, ¿Será esto cierto?

Anteriormente los culpables de algunas enfermedades siempre eran los productos procesados y con gran cantidad de azúcar, pero estudios científicos recientes muestran los efectos negativos que tienen los “jugos naturales” en nuestra salud: en la de nuestros hijos y en la nuestra como adultos.

Es común que el consumo de jugos naturales genere algo de “orgullo” en los papás o abuelos cuando los comparan con el consumo de otras bebidas como: Refrescos, gaseosas, aguas saborizadas, y de más. Pero veamos realmente cuál podría ser la diferencia.

¿Qué pasa con los jugos naturales? Licuadora

Los refrescos, gaseosas y aguas saborizadas, están elaboradas generalmente a partir de ingredientes no naturales y endulzadas con azúcares libres, o edulcorantes artificiales para poder vender un producto al consumidor “libre de azúcar”.
Los jugos, si bien su ingrediente principal es el agua o la fruta elegida, en algunos casos pueden contener azúcar de mesa añadida, panela o miel, o en algunos casos mezclas de otras frutas que ayudarán a dar un sabor dulce. Para saber que pasa con el proceso de transformación de la fruta al momento de preparar el jugo debemos devolvernos un poco.

La fruta es un alimento natural del cual tenemos gran variedad en nuestro clima tropical, la cual aporta de manera general vitaminas, minerales, fibra y azúcar (fructosa) como compuesto natural de la misma fruta. Ahora bien, esos compuestos no se mantienen completos cuando sometemos la fruta a un licuado (sin importar la máquina que se utilice) o exprimido: La fibra es el nutriente que se pierde cuando la fruta se transforma en jugo, sin importar el método en que lo hagamos. Entonces, ¿Qué quiere decir esto? La naturaleza es muy inteligente, y si en la fruta entera la fibra acompaña al azúcar natural de la misma (fructosa), es porque las dos deben estar siempre juntas. Es decir, sin la presencia de la fibra, la fructosa (así sea natural de la fruta) estará en “fiesta” en nuestro cuerpo.

Pero, ¿Qué pasa entonces con los batidos?

¿Qué pasa con los jugos naturales?
Batidos

Los batidos son preparaciones de frutas y otro alimento como vegetales, semillas, nueces o avena, los cuales aportan esa fibra que la fruta ha perdido al momento del licuado. Son entonces una muy buena opción cuando queremos tener otra preparación para consumo de frutas, vegetales y otros alimentos que queramos añadir.

Por esta breve explicación de la pérdida de fibra y el aporte de fructosa libre, es donde la Academia Americana de Pediatría y la Organización Mundial de la Salud, establecen recomendaciones mundiales para consumo diario de jugos naturales en la población infantil y adulta, con el fin de prevenir futuras enfermedades como hígado graso, diabetes, sobrepeso y obesidad. Cuando se excede el consumo de jugo al día, podemos estar contribuyendo a un consumo excesivo de calorías, carbohidratos y azúcares libres (así el jugo no tenga azúcar adicionada; sólo por el hecho de la transformación que sufre la misma fruta).

Cuando iniciamos la alimentación complementaria caemos en el error, por desinformación, de ofrecer algunas frutas en “jugo”, creyendo que nuestro bebe no lo recibirá de otra manera y sin saber que no debemos ofrecer ninguna fruta en jugo antes del año. Frutas como la granadilla, pitaya y kiwi podemos ofrecerlas completa.

Las recomendaciones de consumo máximo al día de jugos naturales son

  • Antes del año: Nada de jugos.
  • De 1 a 3 años de edad: 4 onzas de jugo al día.
  • De 4 a 6 años de edad: 4 a 6 onzas de jugo al día.
  • 7-18 años de edad: 8 onzas de jugo al día.

Teniendo estas recomendaciones, entonces te estarás preguntando ¿Qué le doy de tomar a mi hijo?

El agua natural es la mejor opción, pero si tu hijo prefiere bebida con algún sabor o color podemos recurrir a las infusiones naturales hechas a partir de frutas y hierbas. Si sabemos que en el colegio o jardín infantil ofrecen jugo a nuestro hijo, aseguremos que en casa no consuman ese vaso que podría llegar a ser el culpable del exceso.

Recuerda siempre que no se trata de prohibir o eliminar, se trata de lograr un equilibrio saludable en el consumo de ciertas preparaciones y alimentos que no deben convertirse en un hábito de alimentación. Desde el ejemplo tenemos la responsabilidad como adultos de orientarlos a consumir la fruta siempre entera y preferir el agua como hidratación.


BIBLIOGRAFIA
Asociación Americana de Pediatría
FDA
Organización Mundial de la Salud

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