Tu niño no come bien, se pasa horas masticando la comida o jugando con la cuchara en el plato, ¿has adoptado la actitud correcta para solucionar ese problema?
En el siguiente artículo hablaremos sobre este tema y te daremos unos importantes tips y consejos que harán que tu hijo coma de todo.
Una efectiva forma de lograr que a tu hijo le guste comer de todo tipo de alimentos, y especialmente los más saludables, es involucrándolo en las decisiones alimenticias de la familia. Recuerda que él es pequeño para ayudarte a desarrollar menús, pero lo más probable es que le encantará acompañarte al supermercado y a crear diversas combinaciones, potencializando al máximo su creatividad, además se sentirá partícipe de importante decisiones.
Incluso, si tu hijo es lo suficientemente grande, puedes pedirle que tome más partido en algunas decisiones, deja que él en ocasiones elija los alimentos. Así podrás analizar si su idea de alimentación es la que esperabas.
Desarrolla el hábito de escoger una nueva fruta o verdura para que tu hijo pruebe cada semana, Debes tener en cuenta, que si no le gustan dichos alimentos, lo ideal es que lo motives ofreciéndole muchas veces esa comida, hasta el punto de que ya no pueda resistirse a su sabor y termine por amar esos alimentos que antes no soportaba ver. Un dato interesante es que algunos médicos sugieren presentar el mismo alimento diez veces antes de pasar a otro.
Pídele a tu hijo que te ayude a ponerle los ingredientes a la comida que estén preparando. Coloca palitos de zanahoria, tomates pequeños y rebanadas de pimiento en su plato de manera que formen una cara. Haz panqueques en forma de sus iniciales y corta el pan tostado en forma de corazón. Ofrécele yogur para que remoje en él galletas o rebanadas de fruta, y asegúrate de que tenga mantel, platos y cubiertos atractivos; de colores fluorescentes, diferentes tamaños y texturas. Debes intentarlo, esto los motivará y dará inicio a un apetito favorecedor.
Trata de no mostrarte negativa frente a su apetito con la comida. Guía a tu hijo a que decida las comidas, tampoco debes estresarte por cuánto o qué quiere comer, habla con él. Muéstrale con una sonrisa y diálogo que todo se puede solucionar, y que estás interesada en su salud y alimentación, proponle karaokes mientras cocinan juntos, crea juegos, tales como: adivina la fruta. Sé creativa, se divertirán en grande y harás que la hora de comer sea un momento increíble para ambos.
Trata de hacer que las comidas sean en la mesa, sin ningún distractor. Haz que ese momento sea tan agradable como quieres, de esa manera lograrás que tu pequeño establezca una relación buena y saludable con la comida, y contigo.
Lleva a tu pequeño a un huerto, o a una granja donde cultiven frutas, también puedes llevarlo a una fábrica de alimentos, para que vea de dónde proviene la comida que pones en su plato. Si tu hijo tiene de uno a tres años tal vez no comprenda totalmente el concepto, pero la experiencia podría inspirarlo a probar algo en lo que de otra forma no estaría interesado.
Los jugos cuentan como parte de la ingestión diaria de frutas de tu hijo, pero ten cuidado respecto a qué clase y cantidad de jugos le ofreces. Puedes servirle solamente jugo que sea 100% de frutas o puedes combinar frutas y verduras. De hecho, esta última opción está llena de nutrientes y contiene menos azúcar natural que muchos jugos que contienen solo frutas.
Si tu hijo tiene de uno a tres años y se niega a tomar leche, utiliza jugos enriquecidos con calcio y vitamina D. No tienes que exagerar el consumo de jugo, puedes darle 1/2 taza a 3/4 de taza de jugo al día, acompañando su nutrición con fruta fresca para que obtenga el resto de los nutrientes que necesita. Cuando tenga sed, lo mejor es darle agua.
Los licuados son una alternativa fácil de incluir frutas y otros alimentos nutritivos en la dieta de tu hijo. Sólo necesitas una licuadora y unos cuantos ingredientes, como fruta fresca, o fruta congelada, recuerda que es importante pelar las frutas antes de congelarlas.
También es bueno incluir tofu o la clara de un huevo duro, debido a que añaden proteínas sin cambiar el sabor ni la textura, si es posible, es buena idea añadir un poco de semilla de lino o linaza molida para agregar más fibra y aceites omega 3. Ponlos en la licuadora con jugos de frutas, también puedes utilizar leche y yogur para hacer la bebida más cremosa, algo a favor es que esto potencializa el calcio.
Los panecillos de trigo integral son buena fuente de grano y fibra, y también pueden ser un medio para combinar frutas y verduras. Hornéalos o cómpralos hechos, agrega plátanos, moras, zanahorias, piña o calabazas, les encantará.
Podrías tratar de incorporar alimentos saludables en platos que le gustan a tu pequeño, harás que tu hijo ame ese alimento.
Aquí tienes algunas formas de proporcionarle una buena nutrición:
Recuerda enseñarle con tu ejemplo. Si tu hijo te ve comiendo mucha comida chatarra, o por el contrario, observa que dejas de comer, e incluso comes a deshoras, no puedes esperar que él coma adecuadamente. Haz un esfuerzo por comer granos enteros, frutas y verduras, y tanto tú como tu hijo se beneficiarán.
Muchos niños que no comen bien comienzan a tener este problema cuando se les introduce la alimentación complementaria, iniciando alrededor de los 6 meses de edad. Es en este momento cuando se les empieza a dar puré de frutas y verduras, para después ir introduciendo el resto de alimentos. Algunos niños lo toman bien, pero otros no desean avanzar en esa etapa.
Y a lo mejor te preguntes ¿por qué un alimento que comía tu hijo perfectamente triturado y mezclado deja de gustarle cuando se lo das al natural? Algunos de los posibles motivos son:
No les agrada su sabor: ciertos pescados y verduras pueden resultar insípidos y a los niños no les gusta, sobre todo si se hacen hervidos. A otros les pueden parecer muy fuertes. Por eso, es una buena idea que los acompañes de salsas o los prepares de formas distintas; rebozado, escabechado o empanado, en el caso de las verduras puedes prepararlas en la parrilla, con un poco de mantequilla o al vapor.
Malos hábitos alimenticios: si en tu hogar nunca comen verduras, frutas, entre otros alimentos como carne o pescado, difícilmente podrás conseguir que tu hijo los consuma. Los niños ven en los más grandes el ejemplo a seguir e imitan nuestro comportamiento, por lo que es importante mantener una alimentación responsable.
Chantaje emocional: los niños son muy listos, en cuanto vean la importancia que le das a la comida, la usarán como estrategia para lograr lo que desean. No permitas que eso pase, debes educarlos y hacerles entender que la comida es fundamental para su salud.
Lograr que tu hijo coma de todo es una tarea difícil, pero más allá de enfocarnos en que él coma hasta llenarse, debemos hacer que se sienta satisfecho con lo que consume. La idea es que él no se sienta presionado. Intenta explorar toda las facetas de la cocina; sé creativa, puedes comprarle a tu hijo un vestuario de chef, dile que él tiene todo el potencial para hacer magia en la cocina, incítalo a explorar múltiples colores, sabores y texturas que ofrecen las frutas, verduras y granos.
Esa es una gran oportunidad de lograr que tu hijo coma y prepare todo tipo de alimentos.
Trata de llevarlo a restaurantes y/o ferias de comida, donde podrá apreciar las diferentes tradiciones, culturas y gastronomía, así valorará no solo su hábito alimenticio, sino también el de los demás, así tendrá bases para combinar alimentos, mientras come de todo.
Alienta las elecciones saludables en cuanto a la comida, si tu hijo come de todo, es algo que le encantaría a la mayoría de padres, pero intenta que el hábito alimenticio se base en comida saludable y balanceada. De hecho, es preferible que tu hijo coma poco pero sano, a que se llene de comida dañina para él.
Es importante resaltar que por más que queramos que los pequeños coman de todo, debemos tener paciencia para iniciar esa etapa. Hasta los 9 o 10 meses los bebés no deben tomar aún leche de vaca ni de sus derivados, tampoco jamón curado (hasta los 12 meses) y el pescado azul (hasta los 18 meses).
A los 8 meses sí pueden consumir la mayor parte de las frutas, aunque puedes posponer la introducción de las fresas como consecuencia de las respuestas alérgicas hasta los 18 meses.
El cacao puede tomarse entre los 18 y los 24 meses, los embutidos, mariscos y calamares a partir de los 2 años, y los frutos secos enteros a partir de los 3 años. Por lo tanto, desde esta edad, salvo que padezca alguna alergia o intolerancia, tu hijo puede comer todos los alimentos que se ponen en la mesa, pero en una proporción diferente al de un adulto.
Por otro lado, La conducta alimentaria infantil se modifica a medida que el niño avanza en su desarrollo físico y mental, estas son algunos de los factores que te ayudarán a darte cuenta de que tu hijo no quiere comer.
Otro patrón que puedes tener en cuenta para que tu hijo coma muy bien, es invitar a sus amigos y jugar una versión de “Master Chef Kids” en tu casa, y así harás que pasen una divertida tarde, preparen comida como pizza, ensalada de frutas, o pancakes. Lograrás que tu hijo sea un éxito entre sus amigos, y también le enseñarás a comer de todo tipo de alimentos.
Recuerda que si bien es importante darle a tu hijo todo tipo de alimentos, es vital que tu pequeño tome la iniciativa y se sienta satisfecho con lo que come, puesto que hay niños que solo desean comer lo que sus padres quieren como método de aceptación.
Sé paciente, al principio tu hijo se negará a comer muchos alimentos, pero es normal; a medida que van creciendo, desarrollan la autonomía y buscan la experiencia, y este último es un factor clave para sus diálogos, puedes explicarle a tu pequeño que tomar decisiones tales como, ¿qué debo comer?, ¿cuántas comidas debo consumir para cuidar mi cuerpo? serán fundamentales en el desarrollo físico, emocional y mental.
Deja que tu pequeño se familiarice con la comida, cuando son bebés, tienden a despertar gran curiosidad por las cosas, quieren probarlas y tocarlas, eso mismo sucede con la comida. Permítele que tenga la cercanía necesaria, pero hazle entender que los alimentos son muy valiosos.
Además, asegúrate de servirle a tu bebé poca comida, en primer lugar porque al ellos ver gran cantidad de comida, se estresan y creen que será imposible terminar el plato, por otro lado, muchos pequeños creen que si los padres sirven tanta comida, no los conocen suficiente, es decir; no conocen sus gustos y proporciones al comer, lo cual les ocasiona un problema emocional muy delicado que crece con el tiempo si se sigue realizando. Por otro lado, servirle poca comida a tu hijo también te ayudará a saber con mayor exactitud cuánto come tu pequeño.
No pienses que los alimentos que no te gustan a ti, tampoco le gustarán a tu bebé, déjalo que pruebe todo tipo de comida, te sorprenderás al ver que le gustan más cosas de lo que esperabas.
No creas que si tu niño no come lo que quieres, entonces él sufre de desnutrición, recuerda que su estómago y apetito no es el mismo que el tuyo, no le permitas que él escoja golosinas por encima de las comidas, si tu niño ve que en la familia comen muy bien, él aprenderá dichos hábitos. El mejor estímulo de apetito es el hambre, así que no te preocupes al pensar que tu hijo no come, debido a que alimentarse es una necesidad, en cuanto él sienta apetito, antojo o hambre, se alimentará.
Por ningún motivo satures la lonchera de tu hijo, basta con un banano, manzana o pera, acompañada de un sándwich y un jugo, así llegará a la casa con la iniciativa de almorzar.
Los programas edu-comuicativos son tus aliados estratégicos a la hora de explicarle narrativamente a tu pequeño la importancia de la buena alimentación. Puedes prender el televisor en las tardes y acompañar a tu hijo observando programas animados que contengan esas temáticas, el discurso, explicaciones fáciles, exageradas y cómicas logrará llamar su atención, pero no dejes que tu pequeño disfrute de esos programas solo. Refuerza el contenido de los temas y personajes hablando con él, diciéndole que toda esa información es verás y que para estar bien a futuro, primero se debe estar sano en el presente, así que es fundamental comer saludable, sin saltar las comidas.
También puedes aprovechar el personaje insignia del programa edu-comunicativo como referente de motivación para tu bebé. Haz comidas con figura del personaje si es caricaturesco, o con palabras célebres que utilice. Este tipo de herramientas son muy efectivas si lo haces constantemente.
Para lograr resultados positivos y obtener que tu hijo coma de todo tipo de alimentos, tendrás que pasar por muchas etapas, pero eso te hará ser una mejor estratega. Cada día irás mejorando tus acciones y conseguirás que tu hijo consuma alimento balanceado y saludable.
Para terminar, recuerda que estás haciendo un buen trabajo, ser madre no es tarea sencilla, y lograr que tu hijo coma de todo es un reto para ambos. Lo más importante es que logres mantener la calma, ser paciente e insistir, en poco tiempo lograrás que tu hijo adquiera mayor autonomía, se alimente cada vez mejor y tú te sentirás completamente satisfecha, pues habrás logrado lo que tanto quisiste; ser una gran mamá y brindarle a tu hijo bases para desarrollar la autonomía respecto a la alimentación.
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