Qué hacer si mi hijo «No quiere comer»

  • 9 julio, 2019

Qué hacer si mi hijo No quiere comer

Aunque queremos que nuestros hijos siempre estén bien, cuando no quieren comer entramos en un momento de angustia y muchas veces desespero de hacer lo que sea posible por lograr que coma así sea “algo”, cayendo en comportamientos de adultos no adecuados o que podrían “empeorar” la situación.

Al momento de ofrecer alimentos a nuestro pequeño, es muy común que tengamos cierta expectativa donde es usual encontrar un desequilibrio entre lo que el niño come y lo que sus padres esperan que coman, entonces ¿cuál sería el resultado? La frustración luego de la afirmación de “mi hijo no come”. La frustración se crea porque la alimentación es 100% EMOCIONAL, ¡por medio de los alimentos queremos demostrarles todo el amor! Pero cuando nos rechazan o no nos reciben los alimentos, como madres nos sentimos tristes y desanimadas. Se convierte entonces en un círculo vicioso donde mi frustración genera estrés al momento de comer, ese estrés genera tensión en el ambiente y por consiguiente nada
funciona en el proceso.

Como papás siempre queremos y buscamos que coman lo “suficiente”, pero ¿eso será realmente lo suficiente? o, ¿sobrepasará sus necesidades? Para esto debemos conocer las necesidades individuales de nuestro pequeño.

Primero, es importante entender que los niños tienen una velocidad de crecimiento diferente en cada etapa, y que cada niño es un universo diferente.Sabias que ¿en el primer año, los niños alcanzan muchas veces a triplicar su peso y casi duplican su estatura?, que tal si esto siguiera pasando a través de los años… ¡Seríamos un mundo de gigantes!

Qué hacer si mi hijo No quiere comer

La naturaleza es muy inteligente, y por eso no podemos estar más de acuerdo con el pediatra español Carlos Gonzales quien afirma para estos momentos: “No crecemos porque hemos comido, sino que comemos porque estamos creciendo”. ¿Qué quiere decir esto? El apetito esta 100% relacionado con la velocidad de crecimiento de cada niño.

Mencionábamos que en el primer año el crecimiento de un niño podría ser mayor a los siguientes años, pues bien, podríamos entonces decir que la cantidad de comida que recibe en este momento es mayor que en otros períodos. La desaceleración en el crecimiento luego del año, en edad preescolar y escolar, influye directamente en su “falta de apetito”.

Para el niño sano, hablamos entonces de confiar en su naturaleza, de tener la tranquilidad que comerán lo que realmente necesiten. ¿Pero como saberlo? Sabemos que tu hijo está comiendo lo que necesita cuando su carril de crecimiento es armónico. A carril nos referimos a varias medidas de peso y talla a través del tiempo, no a un único punto que puede
indicarnos una única clasificación. Muy cierta la afirmación “Las líneas de los percentiles no corresponden al peso de ningún niño individual, y el peso de los niños individuales no tiene por qué coincidir con ninguna de las líneas 1 ”.

Por esto la importancia de tener un seguimiento individual con pediatra o nutricionista quien podrá siempre guiarte en el proceso personalizado, y darte las recomendaciones indicadas para asegurar su adecuado crecimiento y desarrollo jamás olvidando que cada niño es un universo diferente.

¿Qué hacer entonces cuando mi hijo decide que no quiere comer?

1. Respetar su decisión con orientación y límites.
2. Jamás obligar a comer. No queremos que el momento de comer se convierta luego en un ambiente tenso y negativo que pueda repercutir en rechazos futuros a alimentos. Debemos siempre garantizar que el momento de comer sea de: RESPETO Y AMOR.
3. No caer en el error de ofrecer comida a la carta, por el “desespero” de querer que coma. Ofrecer siempre alimentos reales y de calidad nutricional.
4. La comida debe ser ofrecida por los adultos, dentro de ciertos límites donde los niños pueden participar o elegir.
5. Respeta sus señales de hambre y saciedad, siempre formando hábitos de alimentación adecuados.
6. Conocer con un profesional las porciones que necesita tu pequeño para ofrecer la cantidad de alimento adecuado y poder hacer seguimiento a su consumo.

El comportamiento de “no comer” debe ser siempre transitorio y por eso “normal”, que como padres debemos enfrentarlo de la manera más adecuada para evitar empeorar la situación o crear nuevos comportamientos negativos por nuestro afán y estrés de que coman “algo”.

Firma Nutricionistas Eat Petit

Bibliografía

Para mayor información consulte:

  • Mi niño no me come. Consejos para prevenir y resolver el problema. Carlos González. Pediatra 1 . Anaya, S. E. y Álvarez, M. M. (2018). Factores asociados a las preferencias alimentarias de los niños. Revista Eleuthera.

Conoce que estímulos permiten el desarrollo temprano del cerebro.

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